La Xerostomía o boca seca es esa sensación de sequedad bucal que no siempre implica falta de saliva, pues también puede darse en pacientes con una salivación normal que sufren algún tipo de trastorno depresivo o de ansiedad o estrés.
A pesar de que puede llegar a ser algo muy molesto para el que lo sufre, existen diferentes tratamientos en base a la causa que lo haya provocado. Para tratar de reducir los efectos es imprescindible mejorar la hidratación y eliminar irritantes, absteniéndose de tomar bebidas alcohólicas y de fumar, cambiando la dieta a comidas suaves, tomando suplementos proteicos y vitamínicos, evitando comidas que puedan irritar zonas sensibles como ácidos, comidas picantes o calientes, etc.
Mantener una óptima higiene bucal y periodontal también es crucial. Sin embargo, a pesar de todos aquellos procedimientos que podemos llevar a cabo para que la molesta sea más leve, es recomendable acudir a un dentista para que diagnostique el problema y busque, cuanto antes, una solución adecuada. Se puede llevar a cabo un tratamiento con sustitutos salivales como agua, leche o, más comúnmente, salivas artificiales. Los productos como saliva artificial se recomiendan cuando la secreción salival no se puede estimular, especialmente cuando no existe función glandular. También es habitual el uso de tratamientos con estimulantes, hidratantes y humectantes salivales.
El primero estimula el flujo y los otros palian los síntomas y ofrecen mejorar la calidad de vida del paciente que padece este problema, ya sea en forma de sustancias farmacológicas o agentes tópicos (enjuagues orales, dentífricos, geles, spray y comprimidos). Evitar la xerostomía en la mayoría de los casos pasa por tener una cuidada higiene bucal y recibir un correcto asesoramiento.