La salud bucal es imprescindible para un estado de salud general. De forma que la identificación de padecimientos bucales puede contribuir al diagnóstico y tratamiento de otras enfermedades, como puede ser la osteoporosis. Esta enfermedad puede ser detectada a través de exámenes bucales de tipo radiológico, mediante TAC y resonancia magnética concretamente. La osteoporosis es el desorden metabólico óseo más frecuente en las diferentes comunidades del mundo.
Es una enfermedad compleja y multifactorial que comúnmente afecta a mujeres de edad avanzada, siendo responsable de la alta tasa de morbilidad y mortalidad. En la actualidad la osteoporosis es definida como una alteración esquelética sistémica caracterizada por una disminución de la masa ósea, deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, con un aumento subsecuente en la fragilidad del hueso y susceptibilidad al riesgo de fractura.
Esta patología es difícil de detectar, y la mayoría de las pacientes no reciben un diagnóstico preciso hasta que su densidad ósea se reduce al punto de propiciar una fractura. Sin embargo, el dentista puede detectar síntomas de pérdida de piezas dentarias o enfermedad de las encías que indican que se encuentra en la etapa temprana de la osteoporosis. Esta es una de las razones por las que es importante que visite al dentista en forma regular y que su dentista esté al tanto de todo su historial médico, aun si no cree que haya relación con su salud bucal.
Aparte de la pérdida de densidad ósea en los huesos maxilares, hay otros signos que pueden alertarnos sobre la posibilidad de padecer osteoporosis, como son una mayor progresión de enfermedad periodontal y la pérdida prematura de dientes. Otras manifestaciones bucales de la osteoporosis incluyen malestar bucal asociado a dolor y ardor, sequedad de las mucosas o alteraciones en la percepción del gusto. Si su dentista advierte que usted tiene osteoporosis, puede derivarla a un médico para que este le haga un examen y un posterior tratamiento.