Limpiezas dentales, ¿son importantes?

La profilaxis dental, o en palabras más comunes; la limpieza dental profesional realizada en el consultorio o clínica dental es fundamental para prevenir y mantener la salud bucodental. 

La limpieza dental profesional se recomienda a todas las personas, incluso a aquellas que cumplen escrupulosamente con sus deberes higiénicos bucales durante toda la jornada. Con el cepillado, el uso de hilo dental o enjuagues antisépticos no es suficiente ya que pueden quedar restos de placa bacteriana que suelen pasar desapercibidos a plena vista.

Portero a la portería y zapatero a tus zapatos. Todos los profesionales tienen una especialización en su trabajo, se forman y mantienen un progreso continuado de aprendizaje basado en el ensayo-error. Al igual que todos podemos pintar una casa o lavarnos los dientes el resultado no tendrá un acabado profesional ni en la pared del hogar ni, especialmente, en el cuidado de tu boca.

¿En que consiste una limpieza dental profesional?

La limpieza dental profesional consiste básicamente en el raspado del sarro y pulido de la superficie dental. También se utilizan técnicas más innovadoras como el que se aplica al pasar un generador de ultrasonidos por la superficie dental. Este aparato provoca que el diente y el sarro vibren en frecuencias distintas despegándose uno de otro de forma sencilla e indolora.

Tras separar el sarro del diente, se usa una pasta similar a un dentífrico común, pero con unos componentes más potentes con el objetivo de quitar las tinciones del esmalte y dejarlo hiper suave para que las bacterias tengan más dificultad al adherirse. 

La profilaxis profesional debe realizarse periódicamente, aunque dependiendo del caso, la frecuencia con la que se recomiendan estos tratamientos son distintos según analice el dentista.

¿Qué consecuencias evita la limpieza dental?

Realizar de forma periódica una visita al dentista para realizarse una limpieza dental puede prevenir enfermedades como la gingivitis, evita pérdidas de piezas dentales, alivia el dolor en encías y vigila el mal aliento, las manchas provocadas por alimentos y bebidas o la caries.

Además, aprovechado el paso por consulta, durante el mismo tratamiento dental se aprovecha para revisar la integridad de las piezas dentales, la situación de esmalte y encías así como descartar otro tipo de enfermedades como la inflamación de los ganglios o la infección por hongos.