La halitosis no es lo mismo que el aliento de mañana recién levantado o el fuerte aliento que queda después de un bocadillo de atún. Para las personas que perciben este desagradable olor, esta es una de las sensaciones más incómodas que existen, pero también es igual de incómodo para el poseedor del mismo. La halitosis es algo serio que hay que cuidar para evitar que se mantenga en un periodo extendido de tiempo y provoque males mayores.
En múltiples ocasiones se recurre a los caramelos frescos o chicles de menta para combatir este mal aliento, pero esto tan solo son parches temporales que no atacan a la raíz principal del problema. El primer paso para erradicar esta patología consiste en averiguar si tienes halitosis.
¿Cómo saber si tienes halitosis?
Ante la sospecha de padecer halitosis, puedes realizar esta serie de pasos, antes de acudir a la clínica dental:
- Cubre nariz y boca con la mano.
- Aspira y exhala para oler el aliento.
- Si es olor es desagradable, consulta a un odontólogo.
¿Cómo prevenir la halitosis?
Una higiene básica pero constante a lo largo del día es una rutina que debería ser fundamental para no desarrollar ninguna enfermedad bucodental. En concreto, para evitar la halitosis, los especialistas recomiendan una serie de hábitos:
- Cepillado de dientes: El cepillado de dientes debe realizarse después de cada comida, aunque, lo mínimo serían dos veces al día, en el caso de que las ingestas nos pillaran fuera de casa.
- Cepillado de lengua: Este procedimiento pasa desapercibido, pero es vital para eliminar bacterias que se encuentran en su superficie.
- Uso de seda dental: Como complemento para llegar a zonas más concretas donde el lavado diario de dientes no consigue alcanzar.
- Enjuague bucal: Enjuagarse la boca tras un correcto cepillado, ayuda a combatir la aparición de caries y placa bacteriana.
- Consulta al odontólogo: Acudir a revisiones periódicas, generalmente 2 veces por año, como mínimo, para descartar la presencia de enfermedades periodontales u otro tipo de patologías que pudieran advertir los profesionales.
- Limpia la dentadura postiza o los aparatos de ortodoncia. Si en tu día a día utilizas un puente o una dentadura postiza, hay que limpiarlos y desinfectarlos tras su uso con el producto de limpieza recomendado por el dentista.
- Aléjate de la sequedad de boca. Para mantenerse hidratado y evitar una sensación de sequedad bucal, hay que evitar fumar, tomar refrescos o alcohol, porque estos pueden agigantar la deshidratación.
- Mantén una dieta equilibrada. Comer muchos alimentos azucarados está relacionado con el mal aliento. Además, hortalizas como el ajo pueden estimular un aliento demasiado potente en las horas consecutivas de tomarlo.
- Renueva tu cepillo de dientes. Cuando notes desgaste en el cepillo de dientes, es el momento de sustituirlo por uno nuevo.
Tu olfato, y el de los que te acompañen, agradecerán con mucho entusiasmo la prevención y el cuidado que realices sobre el mal aliento. Tómate la halitosis con la seriedad e importancia que requiere.