La periodoncia pertenece a la rama de la odontología que trata las enfermedades que afectan a las estructuras de soporte de los dientes. Estos incluyen las encías, el periodonto, que es el conjunto de tejidos que soportan el diente, y el hueso alveolar, que es el que sostiene los dientes en las cavidades.
Los tratamientos periodontales se realizan para prevenir o tratar la retracción de las encías y la pérdida ósea y para prevenir la pérdida de los dientes. También se utilizan para eliminar el sarro dental y prevenir el sangrado de las encías. La periodoncia puede incluir tratamientos para diferentes tipos de enfermedades, que pueden ir desde las más leves como la gingivitis hasta las más graves como la periodontitis. Un periodoncista será el odontólogo que trate estas enfermedades.
La periodontitis es una infección de las encías que daña el tejido y destruye los huesos que sostienen los dientes. Además, puede provocar la pérdida de los dientes.
Ventajas de la Periodoncia
Aunque la mayoría de los tratamientos dentales se centran en la mejora cosmética, la periodontitis es el tratamiento principal que minimiza su impacto en la salud y la estética. Las principales ventajas de la periodoncia son:
– Previene la pérdida de dientes.
– Previene la pérdida de tejido y hueso que soportan los dientes.
– Elimina la acumulación de sarro.
– Reduce la halitosis cuando se asocia con la bacteria del sarro.
– Falta de movimiento de los dientes, lo que impide la necesidad de otros tratamientos como la ortodoncia.
– Reduce el sangrado de las encías.
– Prolonga la vida y función de los dientes naturales.
Para poder obtener estos beneficios, además de un tratamiento adecuado, es fundamental mantener la higiene bucal y acudir periódicamente al dentista.
Dentro de la periodoncia existen varios tipos como son los tratamientos periodontales no quirúrgicos, los tratamientos periodontales quirúrgicos, los tratamientos de cirugía plástica periodontal, y los procedimientos regenerativos para recuperar los tejidos perdidos tanto blandos.
Por lo tanto, las etapas del tratamiento dependen del curso de la enfermedad. Es completamente prevenible y reversible en sus primeras etapas, sin siquiera conducir a la gingivitis. Cuanto más avanzada está la enfermedad, más invasivo es el tratamiento que se necesita para tratarla.