En el análisis de los efectos del humo procedente del tabaco y la exposición a él de los más pequeños de la sociedad, se han llevado a cabo estudios que han ido arrojando datos reveladores: casi la mitad de los niños de todo el mundo respira en mayor o menor medida aire contaminado por el humo de tabaco, y casi un 40% de los niños tiene un padre o madre que fuma en casa.
La Organización Mundial de la Salud está desarrollando diferentes campañas con diferentes objetivos: ofrecer a la población medidas de protección contra el humo procedente del tabaco, vigilar su consumo y adoptar medidas de prevención, concienciar mediante diferentes campañas de los riesgos del tabaco, incrementar los impuestos como medida disuasoria, y vigilar el cumplimiento de las prohibiciones específicas de publicidad y promoción del tabaco, así como su patrocinio.
Caries infantiles
Las caries dentales son enfermedades infecciosas, causadas por una gran variedad de factores, que ayudan a que la infección del agente llamado “Streptococus Mutans” vaya evolucionando. Hay personas que tienen una mayor propensión al desarrollo de caries, y en otros casos las probabilidades de padecer esta enfermedad infecciosa son menores.
Entre los factores de riesgo está el humo del tabaco. La relación causa y efecto entre el tabaquismo y la pérdida de piezas dentales está cada vez más demostrada. En este sentido, las caries dentales suelen producirse entre niños pequeños, provocadas por el humo de tabaco ajeno, entre otras causas. El humo ajeno puede aparecer muy pronto en la vida de los más pequeños, incluso durante el embarazo en el caso de madres fumadoras, e ir extendiéndose en los primeros años de la vida del niño si los padres fuman en casa.
Efectos del humo sobre las placas dentales
En el origen de la formación de la caries a causa del humo, está el efecto producido por los microorganismos como el citado “Streptococus Mutans”, transformando los carbohidratos existentes en los dientes en ácidos que van dañando los dientes más vulnerables. De esta forma, la disminución progresiva del PH de la placa dental va originando la desmineralización de la superficie de los dientes, y en una segunda fase la destrucción de la estructura de la pieza dental. Si a ello se suman otros factores de riesgo, como una mala higiene bucal y el consumo de azúcares, el riesgo de infección y de formación de caries es mucho mayor.