Dra. Carmen María Otón Sánchez Odontólogo de CLINICA DENTAL SAN BASILIO Nº colegiado 652
Es habitual encontrar este tipo de lesiones en algún momento de la vida de nuestros niños. Es probable que la primera vez que aparezcan aftas o llagas, las encontremos en toda la boca. Este proceso puede llegar a ser bastante molesto y doloroso, que se agudiza al masticar y tragar los alimentos, o al tocar sin intención. No conviene administrar alimentos calientes, ni salados ni de fuerte sabor, ya que potenciaríamos el dolor que producen las llagas.
Vamos a establecer las causas por las que pueden aparecer aftas o llagas en la boca de nuestros niños:
ULCERAS POR INFECCIONES:
Las infecciones pueden ser ocasionadas por diferentes agentes: virus, bacterias u hongos. Los virus son los agentes causales más frecuentes, por lo que la mayoría de los niños pueden presentar este tipo de lesiones. Las úlceras producidas por infecciones bacterianas o por hongos son menos comunes, por lo que hablaremos exclusivamente de las virales.
El virus más frecuente es el Herpes simple tipo 1 y se manifiesta inicialmente por fiebre e irritabilidad, posteriormente la presencia de pequeñas vesículas múltiples en la mucosa de labios, mejillas y lengua (principalmente), las cuales rápidamente se transforman en úlceras. El niño refiere malestar general, fiebres altas, falta de apetito y ánimo decaído.
Tras pasar este primer episodio, las aftas aparecerán esporádicamente, durante toda la vida, pero será alguna aislada, sin mostrar malestar general, ni fiebre ni signos de enfermedad.
¿Qué debemos hacer?
Primeramente hay que establecer un diagnóstico por el profesional capacitado, aclarando que al ser el problema causado por un virus, no hay tratamiento específico. Mientras tanto es importante controlar la fiebre con analgésicos recetados por el profesional.
Hay una serie de acciones que pueden potenciar el malestar del niño, por lo que evitaremos cepillarle los dientes, limpiar las llagas, tomar alimentos calientes, fuertes de sabor o ácidos…
Le puede aliviar tomar alimentos de consistencia blanda y a temperatura ambiente (como cremas, puré, verduras licuadas), helados, batidos, etc.
ULCERAS POR TRAUMATISMO:
Este tipo de lesiones aparecen cuando en forma accidental se daña cualquier parte de la mucosa bucal, ya sea por mordeduras, golpes, fricción excesiva durante el cepillado o aplicación de agentes químicos. Estas lesiones son generalmente únicas, en ocasiones mayores de 1 centímetro, dolorosas y no se asocian con otro tipo de sintomatología.
Es importante saber que este tipo de úlceras se curan en un periodo de tiempo aproximado de 1 a 2 semanas.
¿Qué debemos hacer?
Debido a que es relativamente fácil conocer la causa (por el traumatismo previo), el tratamiento está encaminado a disminuir las molestias del paciente, lo cual se puede lograr con la aplicación de anestésicos tópicos o enjuagues bucales que disminuyan la sensibilidad de la lesión. Así mismo, se sugiere la aplicación de antisépticos bucales para prevenir una infección secundaria.
ULCERAS ASOCIADAS A OTRAS ENFERMEDADES:
Estas lesiones forman parte de un grupo de signos y síntomas que se presentan en diversas enfermedades, principalmente de origen inmunológico. Generalmente son múltiples distribuidas en boca y en otras partes del cuerpo, remiten y aparecen con frecuencia.
¿Qué debemos hacer?
Cuando su hijo presenta éste tipo de lesiones asociado a otras manifestaciones ya sea fiebre, malestar general, dolor en articulaciones, problemas en la piel, pérdida o falta de incremento de peso, entre otras, debe acudir rápidamente a un especialista capacitado para establecer el diagnóstico oportuno y poder así iniciar un tratamiento apropiado.